Estamos hablando mucho estas semanas de “Educar en Positivo”, y lo hacemos como si realmente fuera algo novedoso o que se ha descubierto recientemente, pero en realidad la Disciplina Positiva es un enfoque que siempre ha estado presente en la forma de educar de algunos padres y madres, entendiéndolo como una manera más “amable” de afrontar la educación de los hijos/as.
Obviamente cada persona tiene un concepto distinto sobre cómo comportarse en este sentido, que va a depender de la educación que cada uno/a hayamos recibido y de creencias que vamos desarrollando a lo largo de la vida. Pero claro, la sociedad cambia, las creencias se modifican y afortunadamente vamos avanzando en el campo de la educación, siendo cada vez más conscientes de cómo nuestro estilo de educativo puede beneficiar enormemente el desarrollo Psico-afectivo de nuestros/as hijos/as.
En este sentido, la Disciplina Positiva, es una metodología que a pesar de tener sus orígenes como tal en los años 20, no es hasta los 80 cuando se desarrolla a través de experimentos e investigaciones que acaban demostrando en el momento actual los beneficios de esta forma de educar.
Se basa en el amor, el respeto , la comunicación y la empatía a la hora afrontar el comportamiento de los/as niños/as, guiándoles en su camino de forma positiva y afectiva, pero también firme y respetuosa tanto para los/as niños/as como para l@s adult@s.
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